Más falso que anclaje de Clarín

Hay un término que vengo desarrollando en espacios académicos y que remite a la función de anclaje que tiene el texto con respecto a la imagen. Anclaje y relevo son dos funciones que Roland Barthes, filósofo, escritor, ensayista y semiólogo francés. le atribuye al texto según su relación con la imagen que complementa. En el caso del anclaje, la función es precisamente la de anclar un solo significado en detrimento de cualquier otro posible de acuerdo al carácter polisémico que la imagen tiene, es decir que cuenta con diversas posibles interpretaciones y el texto viene a salvarnos del divague para que la asociemos con una determinada idea específica.

En las portadas de algunos diarios, sobre todo en Clarín, hace algún tiempo que observo un principio de lo que podemos denominar "falso anclaje" o "anclaje ambiguo", es decir que a un texto central y la imagen que ocupa un lugar idéntico en cuanto a importancia nos las une ninguna relación que no sea la de compartir ese espacio.  

Pero me parece interesante sostener la sospecha de que no se trata de una casualidad de diseño sino de una manifiesta intencionalidad de operar en la subjetividad del lector predisponiéndolo a ciertas asociaciones antojadizas y sesgadas.

Veamos por ejemplo el panfleto de campaña de hoy que no es otra cosa que su portada impresa:

En este elemento gráfico que oficia de cartel proselitista de Cambiemos, encontramos dos elementos asociados por importancia y proximidad que relacionan un texto con una imagen que no tiene coincidencias entre sí.

El título central es: "El macrismo arranca una campaña con timbreos y más contacto con la gente". En principio no vemos por qué esa acción merece tal relevancia informativa, es meramente una anécdota que el diario hegemónico y oficialista considera de mayoritario interés para sus lectores y cualquier ocasional transeúnte que se encuentre con esta proclama impresa. Pero lo interesante es que debajo coloca una imagen de una multitud debajo de los colores patrios. Multitud que el gobierno nunca logró convocar, por lo menos en estos últimos años y que tampoco se hizo presente en las plazas del 24A que organizaron desde tierras lejanas los cambiemitas Brandoni y Campanella.

El título se asocia visualmente con esta imagen y parece querer asociar la idea del macrismo con las multitudes patrioticas y republicanas, la idea de triunfo y amplia convocatoria popular, hechos que son claramente asociados a las presentaciones de Cristina Kirchner y los diversos actos del frente de TODOS en cada lugar donde realizaron encuentros con su militancia.

A falta de realidad buenas son las construcciones fantásticas y ayudadas por las prestaciones oportunas de otros títulos menores como: "Crece el temor de los arrepentidos ante un eventual triunfo electoral del kirchnerismo", lo cual nos hace pensar que hay votantes de Alberto Fernández que están arrepentidos de votar a Alberto Fernández ante la posibilidad de que gane Alberto Fernández. Absolutamente ridículo.

Pero por si acaso también se aseguran de sembrar el terror entre sus enagenados lectores asegurando que Alberto Fernández volvió a criticar a los jueces y que piensa que Lázaro Báez debe quedar en libertad.

Esto es poner toda la carne al asador, construir una falsa imagen triunfalista y avivar las brazas del pánico moral de los odiadores crónicos para generar una ilusión de triunfo que resulta absolutamente imposible en el territorio de lo real.

Clarín lo sabe, pero creo que pretende sentar las bases de lo que se presentará en sociedad como un fraude electoral. Si logran instalar la absurda idea anunciada por Elisa Carrió en su stand up del círculo rojo de que van a dar vuelta el resultado una derrota aplastante resultaría intolerable. Estos salvajes son capaces de promover un enfrentamiento social con tal de sacar provecho económico y político.

Es por esto que la calma y la cordura deben primar en nuestras filas, no entrar en ese juego perverso y continuar el trabajo de hormiga que venimos realizando. Axel Kicillof, ese pequeño gigante, nos marcó el camino con sus acciones y demostró con resultados contundentes que no estaba equivocado. Es por ahí.